Había una vez un señor, en un pueblo muy bonito, en el que todas las personas llevaban sombrero de paja, para no pasar calor, y protegerse del sol.
El hombre que fabricaba los sombreros, se llamaba Joaquín, y llevaba toda la vida haciendo esos sombreros de paja, que su padre, y su abuelo le habían enseñado a hacer. Joaquín tenía mucho trabajo, y casi no le daba tiempo a terminar, porque trabajaba él sólo, y no tenía nadie que le ayudara con sus encargos.
Un día Joaquín se cayó, cuando se estaba subiendo a una escalera, para coger un poco de paja del altillo, donde la guardaba, y se torció un tobillo. El pobre estaba muy preocupado, porque no iba a poder terminar los encargos que tenía pendientes a tiempo. Se dijo: ¿y si tuviera una ayuda de un hada madrina o algo parecido?, sería estupendo, y como por arte de magia, apareció bajando por el hueco de la chimenea una luciérnaga preciosa, que se dirigió hacia Joaquín, y le dijo: “yo puedo ayudarte, te he estado escuchando, y sé que estás muy preocupado por terminar tus sombreros”.
Entonces Lucy le animó, y le dijo que a cambio de que el sombrerero le fabricara a los pájaros unos nidos de paja, para que durante el frío estén calentitos, ellos le ayudarían a él a fabricar los sombreros, porque los pájaros saben tejer la paja, como cuando ellos se fabrican los nidos. Y así pasó, que los pájaros le iban trayendo la paja en sus picos y al mismo tiempo le ayudaban a fabricar los sombreros. Así es como Joaquín pudo cumplir con sus encargos, entregando los sombreros a sus vecinos a tiempo, y del mismo modo, fabricó los nidos para sus amigos los pájaros.
El sombrerero le dio las gracias a Lucy, y le dijo que siempre que quisiera sería bienvenida en su casa., y llegó a un acuerdo con los pájaros, para que si ellos querían, fueran a comer siempre que quisieran a su casa, y de paso le ayudaran a fabricar mas sombreros.
Te estamos esperando
Hace 13 años
0 comentarios:
Publicar un comentario