Lucy y la gran comilona

viernes, 12 de febrero de 2010

Un día estaba Lucy durmiendo, cuando tuvo un sueño en el que se veía invitando a su casa a todos sus amigos y preparándoles una comida en la que no faltaba de nada.Le comentó a su amiga la hormiga Petra el sueño que había tenido y la hormiga le dijo que podría ayudarle a preparar la comida, si ella quería. Lucy se puso muy contenta y empezó a hacer planes para preparar la comilona sorpresa a todos sus amigos.

Al poco se dio cuenta de que ella sola, junto con su amiga la hormiga, no iban a poder preparar todo y, al mismo tiempo, avisar a todos sus amigos, por lo que decidieron que tenían que pedir ayuda. Pensaron que lo mejor sería que Pedrito, el pájaro más rápido del lugar, avisara a todos los de la lista que habían hecho Lucy y Petra. Luego pensaron que, de la fruta, se podía encargar la jirafa Larga, porque ella llegaba a todos los sitios, por muy altos que estuvieran y de los plátanos se podía encargar el mono Óscar, que era el que más entendía de plátanos.
Luego pensaron que no tenían suficientes sitios para sentar a todo el mundo, pero a Petra se le ocurrió que podría llamar al sombrerero, que tenía mucha paja y podría traer un poco para que todos estuvieran cómodos sobre ella. Y así lo hicieron.
También pensaron que necesitarían mucha agua. Se les ocurrió que el elefante Grandote podría coger mucha agua en la trompa y llevarla hasta los vasos para que así pudiesen beber todos.
También pensaron que habría que poner un poco de pescado para aquellos a los que les gustara. Entonces llamaron al pescador, que muy gustosamente se ofreció a llevar unos cuantos peces variados.
¡Y claro!, necesitaban unos buenos camareros, pero cómo no había, decidieron llamar a los pingüinos, que aunque no saben servir las mesas, van vestidos cómo los camareros.
Así es cómo organizaron toda la fiesta en la que lo pasaron genial y en la que descubrieron que, ayudando todos un poquito, se puede hacer cualquier cosa.

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