Un día estaba Lucy durmiendo, cuando tuvo un sueño en el que se veía invitando a su casa a todos sus amigos y preparándoles una comida en la que no faltaba de nada.Le comentó a su amiga la hormiga Petra el sueño que había tenido y la hormiga le dijo que podría ayudarle a preparar la comida, si ella quería. Lucy se puso muy contenta y empezó a hacer planes para preparar la comilona sorpresa a todos sus amigos.
Luego pensaron que no tenían suficientes sitios para sentar a todo el mundo, pero a Petra se le ocurrió que podría llamar al sombrerero, que tenía mucha paja y podría traer un poco para que todos estuvieran cómodos sobre ella. Y así lo hicieron.
También pensaron que necesitarían mucha agua. Se les ocurrió que el elefante Grandote podría coger mucha agua en la trompa y llevarla hasta los vasos para que así pudiesen beber todos.
También pensaron que habría que poner un poco de pescado para aquellos a los que les gustara. Entonces llamaron al pescador, que muy gustosamente se ofreció a llevar unos cuantos peces variados.
¡Y claro!, necesitaban unos buenos camareros, pero cómo no había, decidieron llamar a los pingüinos, que aunque no saben servir las mesas, van vestidos cómo los camareros.
Así es cómo organizaron toda la fiesta en la que lo pasaron genial y en la que descubrieron que, ayudando todos un poquito, se puede hacer cualquier cosa.
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