Lucy y el niño que no recogía

domingo, 14 de febrero de 2010

Un día estaba Lucy revoloteando por las casas del pueblo cuando, de repente, escuchó por una de las ventanas de una casa un ruido que ya había oído otras veces. Se trataba del llanto de un niño y ese niño se llamaba Petrucho.
Lucy se acercó para ver qué pasaba y si podía ayudar de alguna manera. Se encontró con la madre de Petrucho en la cocina, que estaba haciendo un bizcocho de chocolate con fresas, que era el favorito de su hijo, para ver si de esa manera le daba por recoger las cosas que siempre dejaba tiradas por el suelo.
Lucy comprendió lo que la madre de Petrucho estaba haciendo y le dijo que iba a intentar hablar con él para que comprendiera que tenía que ayudar en casa y , sobre todo, que tenía que recoger todos sus juguetes y su ropa para que los demás no se tropezaran con ellos.
Petrucho estaba en el suelo de su habitación llorando y gritando porque su madre le había dicho que si no recogía, no le iba a dar un trozo de bizcocho.

Lucy le explicó que sabía muy bien lo que le pasaba y que tenía el remedio para solucionar su problema. El niño, sorprendido por lo que le acababa de explicar la luciérnaga, le preguntó cuál era el secreto y Lucy empezó a explicarle…
Cuando yo era pequeña, cómo tú, recuerdo que mi madre siempre me estaba diciendo las mismas cosas que te está diciendo a ti la tuya y yo me enfadaba mucho porque no me dejaban ver la tele, ni jugar con mis amigos, ni siquiera salir a pasear, siempre se empeñaban en que tenía que recoger la ropa que dejaba tirada por el suelo, que tenía que guardarla en mi armario, que por cierto era muy bonito, porque mis padres me lo habían pintado de colores y tenía las fotos de muchos animales hasta que un día comprendí que tenían mucha razón en todo lo que me decían que hiciera.
Y Lucy pasó a explicarle el por qué de todo lo que le decían que hiciera. Mira, le dijo: “cuando te dicen que recojas la ropa que dejas tirada por el suelo es porque, si vienen amigos tuyos a jugar, pues no podríais, porque estaría todo por el suelo y no tendríais sitio donde poner vuestros juguetes. Lo mismo pasa con los juguetes con los que no juegas, ya que si no los estas utilizando y los pisas sin querer se pueden romper y, cuando quisieras jugar con ellos, no podrías.
Cuando te dicen que comas, te lo dicen para que cuando salgas a jugar con tus amigos ,no tengas que volverte corriendo a casa para merendar y así no tengas que interrumpir los juegos con tus amigos.
Cuando te dicen que hagas los deberes del colegio al llegar a casa es porque así tendrás más tiempo para poder ver la tele y disfrutar con los amigos después.
Petrucho comprendió entonces lo que le estaba explicando Lucy. Se levantó corriendo para ir a buscar a su madre a la cocina y le dijo que se iba a poner a recoger todo lo que estaba tirado y que le perdonara. Nunca más se volvería a portar de esa manera y además le dijo que la quería mucho.
Acabó de recoger todo y la madre de Petrucho les preparó, a él y a Lucy, un buen trozo de bizcocho y un vaso de leche, para que cogieran muchas fuerzas y se pudieran ir a jugar al parque con los amigos.
FIN.

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